Cuando se trata de acné, melasma, rosácea o dermatitis, muchas veces los pacientes llegan a consulta frustrados porque, a pesar de hacer “todo bien”, su piel sigue reaccionando mal. Y es que, sin darse cuenta, podrían estar cometiendo errores que agravan su condición. Hoy quiero compartir contigo algunos de los más comunes para que evites caer en ellos y logres una piel más sana.
- Exfoliar en exceso: Muchas personas con acné o manchas creen que eliminar las capas superficiales de la piel constantemente ayudará, pero lo cierto es que esto puede causar más inflamación y debilitar la barrera cutánea.
- Usar productos inadecuados: No todo lo que ves en redes sociales es adecuado para tu piel. Ingredientes como aceites esenciales, alcohol o fragancias pueden empeorar la rosácea y la dermatitis.
- No reaplicar protector solar: Especialmente en casos de melasma, la exposición al sol sin una buena protección empeora la pigmentación. Aplicarlo una sola vez al día no es suficiente.
- Automedicarse: Usar tratamientos sin prescripción puede ser peligroso. Corticoides, antibióticos o incluso algunos despigmentantes mal utilizados pueden agravar los síntomas.
- No acudir a un dermatólogo a tiempo: Muchas afecciones pueden mejorar considerablemente con el tratamiento correcto. Cuanto antes consultes a un especialista, mejores resultados obtendrás.
El cuidado de la piel no tiene que ser complicado, pero sí debe ser adecuado para tu tipo de piel y condición específica. Si tienes dudas sobre tu rutina o los productos que estás usando, agenda una consulta para que juntos diseñemos un plan personalizado que realmente haga la diferencia en tu piel.